exalcalde de Barranquilla Bernardo Hoyos Montoya y el actual diputado del Atlántico, Rodolfo Leal Salcedo, refutaron ayer las acusaciones que en su contra hizo el desmovilizado del frente José Pablo Diaz, Carlos Romero Cuartas, alias Montería.
El exparamilitar declaró ante al Fiscal 12 de Justicia y Paz que Hoyos contactó en 2000 a Salvatore Mancuso, uno de los máximos jefes que tuvo las AUC, para frenar supuestos atentados contra dirigentes de izquierda, entre esos él.
A Leal lo implicó en el doble homicidio de dos ‘paras’ que lo señalaban como guerrillero. A cambio, según Romero, el político le entregó $12 millones a su jefe, alias Moncho.
Contactado por EL HERALDO, Leal catalogó tal afirmación como una vulgar infamia de un hampón y criminal. “Jamás me he reunido con ese señor”. Cuestionó que, en mayo pasado, Montería lo involucró en la entrega de un carro a las AUC y, ahora, en asesinatos.
“¿Cómo se explica que fueron a matarnos en la Gota de Leche, como él mismo dijo, y sin embargo yo aparezco pagándoles para que maten?”, se preguntó aludiendo el presunto plan contra él, Hoyos, el exalcalde Guillermo Hoenigsberg y el exgerente de la Terminal de Transportes Antonio Bayona.
Leal criticó además que los señalamientos surjan en un año político. “Para mí alguien muy poderoso está detrás de todo esto. Yo soy hombre de procesos políticos, no de coyunturas electorales, y no me voy a esconder jamás”, dijo.
Anunció que presentó ante el Fiscal 12 una denuncia por extorsión contra Romero y una petición para que lo excluyan de Justicia y Paz. “Es un hampón, un criminal”, insistió.
Fui a frenar muertes
Hoyos no negó sus encuentros con las Autodefensas, pero recalcó que siempre los anunció públicamente y que los temas fueron su seguridad y el cese de crímenes en Barranquilla.
El exmandatario precisó que fue en 1996 que contactó a Carlos Castaño gracias a un exalumno suyo, dueño de una finca vecina a la del líder de las Autodefensas, en San Pedro de Urabá (Antioquia).
“Castaño me llamó, llegué y le dije: si quieren mátenme, pero acá, no en Barranquilla, y quiero saber por qué”, contó Hoyos, y añadió que Castaño le mostró varios anónimos en los cuales era presentado como guerrillero activo y de haber puesto su administración al servicio de la subversión.
Tras horas de diálogo, sostuvo Hoyos, la orden se canceló. “Solo quiero que me dejen trabajar y, por favor, no me bañen de sangre la ciudad”, recordó haberle pedido a Castaño.
El dirigente indicó que el cabecilla le dio un listado de objetivos militares, pero que ni él ni los ya mencionados lo integraban. Luego, continuó, a finales de 1997 volvió a reunirse con Castaño y otros jefes ‘paras’ en San Pedro de Urabá por nuevos crímenes. “Hubo discusiones fuertes. Dije que no aceptaba ningún apoyo, bajo ningún punto de vista”.
El último encuentro fue tras el asesinato del sociólogo Alfredo Correa De Andréis, en 2004. “Jorge 40 quería hablar conmigo en Santa Fe de Ralito. Ahí hablé con él y Mancuso exclusivamente del caso de Alfredo y también del caso de (Eduardo) Lozada”.
“Que quede clarito que hablé directamente con los jefes, no con paraquitos, y estaba pretendiendo que no me mataran gente en Barranquilla, y así fue, porque aquí entran los
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Posted by santiago streper on 22:23 //